sábado, 30 de novembro de 2013

La vida es Sueño de Calderón de la Barca: una alegoría política

(Imagen: Internet)


UNIVERSIDADE FEDERAL DO RIO GRANDE DO NORTE
PRÓ-REITORIA DE GRADUAÇÃO
CENTRO DE CIÊNCIAS HUMANAS, LETRAS E ARTES
CURSO: LETRAS – ESPANHOL
DISCIPLINA: LITERATURA ESPANHOLA I




INÊS ALVES DA MOTA




LA VIDA ES SUEÑO DE CALDERÓN DE LA BARCA: UNA ALEGORÍA POLÍTICA



NATAL
2013


Artículo presentado como tercera evaluación de la asignatura Literatura Española I. 2013.2, ministrada por el Profesor Francisco Zaragoza.






¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

- Calderón de la Barca

Pedro Calderón de la Barca - Biografía

Don Pedro Calderón de la Barca nació en Madrid en 1601. En 1625 se alistó bajo las banderas de duque de Alba, y estuvo en Flandes e Italia.
Su vida de letras fue muy brillante: Estudió en el colegio de los jesuitas, y en Salamanca estudió las matemáticas y la filosofía. A los 13 años estrenó su primera comedia, El Carro del Cielo, fantasía que se desarrolla entre el cielo y la tierra, y a los 19 contaba ya tres o cuatro éxitos teatrales.
En 1620 abandona los estudios para seguir carrera eclesiástica. En 1635, con la muerte del dramaturgo Lope de Vega, pasa a ser considerado "El maestro de los palcos españoles".
Es el primer dramaturgo del teatro español, el que ha hecho obras de más trascendencia y mayor alcance. Por otra parte, sus sonetos con tendencia filosófica, pero muy poéticos, son bastante famosos. Murió en 1681.

Obras
Pedro Calderón de la Barca es la última figura importante del siglo de Oro de la literatura española. Su obra supone la culminación del teatro español de este periodo. Con su muerte en 1681, se cierra el Siglo de Oro de las letras españolas.

Seguidor de la comedia nueva de Lope de Vega, su vinculación temprana a la Corte le permitió innovar técnicas, con tramoyas, maquinaria, música y artificio, auxiliado por la tradición italiana. Además, su propia formación cultural aportó rigor y reflexión al teatro de su tiempo.

Continuador del arte nuevo de hacer comedias, en su teatro se intensifica el componente lírico, se adensa la reflexión moral y filosófica, se enriquece la dimensión religiosa y se acentúa la introspección psicológica de los personajes, forjando en su conjunto un corpus dramático considerado como el más profundo y acabado del teatro áureo.

Su producción es básicamente dramática y aparece cuando el mecanismo teatral ya está organizado en España. Tal máquina va a servir para un genio opuesto en casi todo al de Lope, caracterizado por su mirada hacia el interior frente a la necesidad de exteriorizarse de Lope.

Calderón de la Barca representa la síntesis final de varios siglos de cultura orientada directamente por la Iglesia y la entrada en la época moderna del espíritu europeo. Los temas tratados en sus obras son la preocupación de la responsabilidad moral del hombre, el conflicto entre lo real y la ilusión, y el honor como fuente de conflictos sociales entre el sentimiento y el papel del hombre en la sociedad.

Desde Menéndez y Pelayo, su obra se viene dividiendo en comedias: de capa y espada (uno de los subgêneros dramáticos do teatro clásicos español del Siglo de Oro), dramas trágicos, dramas filosóficos y dramas religiosos; y autos sacramentales.

Sin llegar a los extremos de la obra de Lope, la de Calderón es también ingente: más de 120 comedias, 80 autos sacramentales y buen número de entremeses, loas y obras de teatro breve, aparte de prosas y escritos líricos.

Contextualización - Marco Histórico, Social, Cultural

La Vida es sueño, de Pedro Calderón de la Barca, estrenada en 1635, se inscribe en la estética barroca del teatro: conformación de la arquitectura del texto dramático, su escenografía, su lenguaje y la jeraquización de los personajes, escenas y acciones.

Barroco


El Barroco, que se forjó en Italia. Fue un período de la historia en la cultura occidental originado por una nueva forma de concebir las artes visuales (el “estilo barroco”) y que, partiendo desde diferentes contextos histórico-culturales, produjo obras en numerosos campos artísticos: literatura, arquitectura, escultura, pintura, música, teatro etc. Esa evolución que sufre el arte renacentista culmina en el siglo XVII y se prolonga hasta el siglo XVIII.

El Barroco español transcurre bajo los reinados de los tres últimos reyes de la casa de Austria: Felipe III, Felipe IV y Carlos II. Es una época de contrastes: España, que había sido la potencia más importante del mundo, pierde poder ante las demás naciones europeas. Es un período de guerras, calamidades, pestes, hambre y miseria, violencias, crueldades y engaños, decadencia política y social, por un lado, y florecimiento artístico, por otro. En la estética barroca, las obras de arte se recargan con adornos y exageraciones.

Debido al refortalecimiento del clero se vuelve a una visión teocéntrica del mundo y la búsqueda del consuelo en la religión y la vida ascética (moderada y mística) Se critica y satiriza sobre la ambición, el poder y el dinero. La brevedad de la vida, vista como un paso rápido hacia la muerte. El hombre vive la duda y la incertidumbre: No se sabe lo que es verdad y lo que no lo es, las apariencias engañan. La vida es sueño. Ese clima de angustia se verá reflejado en la literatura. Los temas en la literatura se centran en el desengaño y el pesimismo. El escritor del Barroco pretende impresionar los sentidos y la inteligencia con estímulos violentos, bien de orden sensorial, sentimental o intelectual. Para esto recurre a un lenguaje pomposo y retorcido, que dificulta muchas veces la comprensión.

En España, la expresión literaria fue dominada por los movimientos estéticos del Culteranismo (Luis de Góngora, que se centra en la forma) y por el Conceptismo (Francisco de Quevedo, que se centra en el contenido).
En el Teatro se destacan Lope de Vega, Tirso de Molina, Calderón de la Barca, entre otros.

El teatro de Calderón de la Barca

Según Sônia Regina Nogueira (2002), las representaciones que más se destacaron fueron las obras de Lope de Vega, que define, con gran propiedad, las fórmulas del teatro nacional español. Sin embargo, otros dramaturgos ocuparon un lugar fundamental en la historia del teatro del Siglo de Oro, entre ellos Calderón de la Barca. En sus obras son intensas la presencia de Dios en todos los actos de la vida humana, siendo la principal característica de su teatro. La vida terrena es una representación en la cual Dios establece un papel a cada mortal.

El teatro de Calderón de la Barca marca dos formas distintas de estilo. La primera da continuidad y aprimora el sentido realista del drama de Lope de Vega, con una técnica concisa y perfecta. La otra, considerada la más original, incluye las comedias religiosas, filosóficas y los autos.

Para Julio Juan Ruiz (2013), el teatro barroco, que se formó en un periodo de transición, se caracteriza por los contrastes. En Calderón de la Barca, es muy notable la oposición entre la tradición medieval centrada en el poder de la Iglesia, por un lado, y el realismo político de Maquiavelo, que preconizó la separación entre Estado y religión, por otro. Ruiz afirma que “el teatro fue un espacio privilegiado para debatir doctrinas políticas opuestas, tal como la comprobamos en el teatro de Calderón” (Ruiz, 2013, p. 128).

La influencia del estoicismo se hace presente en sus obras. Calderón da importancia al carácter racional del gobernante, que debe sobreponer su autodominio a las intemperies de la fortuna. La ética del rey es importante para la realización de su papel.

Análisis de La Vida es Sueño

Personajes


Segismundo es el personaje principal. A su alrededor se desarrolla toda la obra. Se le describe inicialmente como un hombre-fiera, un alma reprimida, alguien muy reflexivo de carácter alterado por su largo tiempo de reclusión. Al principio con gran sed de venganza, se comporta de forma cruel y despiadada, pero más tarde con rasgos de humanidad. Persigue un sueño, recuperar el trono y volver a donde legítimamente debería estar. Al perdonarle la vida a Basilio, su padre demuestra que ha cambiado y logra vencer a su destino.
Basilio es rey de Polonia y padre de Segismundo. Es un hombre preocupado por lo que pueda sucederle a su pueblo. Es psicológicamente débil e indeciso, capaz de confiar en alguien intranscendente para reafirmar sus ideas. Sus campos son las matemáticas, las ciencias y la astrología, no demostrando realmente una sabiduría orientada hacia el gobierno. Se derrumba con facilidad. Tiene miedo de Segismundo desde lo que le dice el hado. Pero al final admite sus errores.
Rosaura es el principal personaje femenino, con historia aparte a la principal, que al final une fuerzas con Segismundo para derrocar a Astolfo del futuro trono e impedir que se case con Estrella (ya que entre Rosaura y Astolfo había un romance anterior y no terminado). Procedente de Moscovia, cuando llega a la corte, oculta su personalidad haciéndose pasar por una criada. Durante la obra descubre que es hija del ayo de Segismundo, Clotaldo. Finalmente, declarada noble, puede casarse con Astolfo.
Clotaldo es ayo de Segismundo. Él le ha enseñado y explicado todo lo que sabe y lo que es. Es el único -aparte del rey- que puede verle. Segismundo está a su cargo. Segismundo le guarda cierto rencor. En la obra aparece como un personaje anciano, que a vivido aventuras amorosas anteriores (es el padre “secreto” de Rosaura). Como personaje-tipo representa la superstición.
Astolfo es duque de Moscovia, con el que Basilio hace un trato para mantener el trono de Polonia. Está dispuesto a casarse con Estrella a pesar de amar a Rosaura, pero al final consigue su amor deseado. El libro no da muchos detalles de este personaje.
Estrella es una bella y noble infanta de la corte de Basilio, dispuesta a casarse con Astolfo para heredar el trono (Astolfo y Estrella son primos entre sí y sobrinos de Basilio). Al fin acaba casándose con Segismundo. No es un personaje muy detallado, pero estratégicamente es importante.
Clarín es compañero que viene desde Moscovia con Rosaura. Es ingenioso y siempre está en el peor lugar, en el peor momento. Responde al arquetipo de cómico.
A parte también hay criados y soldados que de vez en cuando intervienen.

Argumento


Segismundo es el príncipe de Polonia. Enclausurado desde su infancia en una torre por su padre Basilio, él sólo conoce a Clotaldo, quien lo enseña los conocimientos sobre el mundo, pero lo deja encadenado y lo viste apenas con una piel de animal. El rey Basilio lo prendió allí porque un sueño de la reina (muerta al nacer Segismundo) y el horóscopo del príncipe previeron que este se tornaría un tirano.

Clotaldo no sabe que tiene una hija, llamada Rosaura. Un día, ella viene de Moscovia con su criado Clarín vestida de hombre, conduciendo la espada que le ha dado su madre, con el fin vengarse de su amado Astolfo y recuperar su honor, y por acaso encuentra a Segismundo y a su propio padre. El príncipe se queda encantado con ella, pero demuestra un comportamiento ambiguo, al mismo tiempo de hombre y de fiera. Clotaldo reconoce la espada de Rosaura e imagina que ella pueda ser su hijo, pero nada le confiesa.

Mientras eso, Astolfo, hidalgo de Moscovia, y Estrella, dama de la corte, ambos sobrinos del rey Basilio, hablan sobre su casamiento, cuya intención es mantener el trono con la familia. Basilio revela que tiene un hijo preso y habla de sus planes para traerlo al palacio y probar o no si la profecía estaba cierta sobre el carácter de Segismundo. En caso positivo, Astolfo y Estrella serían los próximos rey y reina de Polonia. En caso negativo, Segismundo asumiría el trono al lado de Estrella.

Narcotizándolo y haciendo con que el príncipe pensara que su visita al palacio era un sueño, Basilio lo pone a prueba, pero Segismundo se muestra indomado en sus pasiones y deseos, mata a un criado e intenta forzar Rosaura (disfrazada de criada) a ser cortejada por él. Basilio y Clotaldo lo hacen volver a la torre, sin que él sepa que todo había pasado en realidad.

Muchos soldados se recusan a tener un príncipe extranjero, Altolfo, ya que el trono de Polonia tiene un heredero legítimo, Segismundo, y lo liberan para que lidere una guerra contra su padre Basilio y Astolfo. Segismundo decide comandar el ejército, aún incierto si sueña o si está despierto, pero pretende cambiar su postura ética y hacer lo moralmente correcto.

En medio a la guerra, Rosaura no tiene la ayuda de su padre Clotaldo para matar Astolfo, que la abandonara en Moscovia, pues él se mantiene fiel al rey, y ella recurre a Segismundo para rescatar su honor. En venciendo a la guerra, el príncipe legítimo perdona a su padre, casa Rosaura con Astolfo y toma la mano de Estrella.

Estructura


Se compone de tres actos o jornadas:

1ª jornada: (8 escenas)


En el momento en que entran, Segismundo pronuncia su primer monólogo. Cuando el preso se da cuenta de que no está solo, intenta matar a Rosaura pero luego le perdona la vida. Irrumpe Clotaldo, súbdito de Basilio y ayo de Segismundo, y detiene a los dos viajeros por encontrarse en lugar prohibido. Clotaldo entonces reconoce la espada que ciñe Rosaura: es la espada que había dejado a la madre de Rosaura, abandonándola como Astolfo abandonó a la hija. Sin embargo, Clotaldo no reconoce aún ante todos a su hija y encubre lo descubierto, decidiendo llevar ante el rey a su hija y al gracioso, Clarín.

El rey Basilio. Revela la existencia de su hijo, Segismundo, que había provocado la muerte de la reina Clorilene al nacer. Cuenta el terrible nacimiento de su hijo y explica lo que vaticinó al leer en las estrellas: Segismundo sería un rey tirano y cruel. Basilio decidió hacer una prueba y dar una oportunidad a su hijo. Lo llevarían a palacio pero de manera que si efectivamente resulta ser un tirano su estancia en el palacio le parezca tan solo un sueño. Si Segismundo resulta tener templanza y razón, será el heredero del trono, si no, lo serán Estrella y Astolfo, unidos por matrimonio.

Tras confesar a todo el pueblo la existencia de su hijo, deja libres a Rosaura y Clarín. Pero Clotaldo quiere saber quién es el enemigo de Rosaura, y preguntando averigua que es el sobrino del rey, Astoslfo Además, Rosaura indica su verdadera identidad.

2ª jornada: (19 escenas)


Basilio ha ideado un engaño para ver si Segismundo es realmente cruel: lo llevan dormido a palacio y le permiten ver cuál sería su destino, pero guardándose la posibilidad de hacerle creer que todo fue un sueño, en caso de que se demuestre malvado. Rosaura entra de dama de Estrella con el falso nombre de Astrea.

Segismundo se comporta como un príncipe déspota lanzando un criado por la ventana al poco de despertar, intenta forzar a Rosaura, hiere a Clotaldo que sale en ayuda de su hija, y se mete en una pelea a espada con Astolfo. En vista de ese comportamiento, el rey Basilio decide volver a dormirle y llevarlo de vuelta a la torre.

Astolfo corteja a Estrella, pues con su unión compartirían la sucesión en lugar de competir por ella, una vez que Segismundo ha quedado fuera de juego. Astolfo descubre que Astrea es en realidad, su amor, Rosaura y rompen definitivamente.

La jornada termina con el monólogo de Segismundo encarcelado nuevamente en la torre. Los últimos versos de este monólogo son los que nombran la obra:

¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son. [2183-2187]


3ª jornada: (14 escenas)


El pueblo de Polonia, al saber que tiene un príncipe heredero, organiza una revuelta y libera a Segismundo de su torre. Segismundo libera a Clotaldo permitiéndole ir con el rey, demostrando que ha recapacitado sobre su comportamiento.

Las tropas del Rey y las del príncipe se enfrentan y vencen las de Segismundo, se encuentran ambos cara a cara y el Rey, espera la muerte y se arrodilla a los pies de Segismundo, pero este se postra ante el Rey, aceptando incluso el hecho de que el rey, Basilio, quiera darle muerte debido a que se haya levantado contra él. Sin embargo, en vista de la generosa actitud de Segismundo el Rey le deja el trono.

Género y forma


La obra pertenece al género tragicomedia, siendo también considerado un drama filosófico (Menéndez y Pelayo-1910). Sigue el esquema estructural del barroco, de acuerdo a las normas establecidas por Lope de Vega (Comedia Nueva).
Como obra de teatro que es tiene un carácter dialogado. Todo son diálogos y monólogos a excepción de las acotaciones escénicas del autor.

Ubicación espacio-temporal

Espacio


La historia se pasa en un país ficticio. Se tiene la impresión de que es un lugar muy lejano, a pesar de que se llama Polonia, pero evidentemente no es la Polonia real. La pieza se pasa en ambientes absolutamente contrapuestos:
  1. En el interior del palacio – modelo social más refinado y artificioso (la luz, el poder, la comunicación y las relaciones);
  2. La torre – una cueva, la prisión – el aspecto más negativo y salvaje de la naturaleza (oscuridad, soledad, falta de afecto y comunicación donde se recluye Segismundo);
  3. En el campo abierto (cuando Rosaura llega de Moscovia y en la escena en la que el pueblo rescata a Segismundo de la torre).

Tiempo


Por se tratar de una pieza que tiene que ser representada en el palco, el tiempo puede ser dividido en tiempo representado y tiempo de la representación. El primero se trata de la duración de tiempo en que ocurre la fábula, que no es muy claro, pero se puede decir que ocurre por lo menos durante varios días. Los antecedentes de la historia, que explican porque Segismundo está encarcelado, remontan los acontecimientos a varios años, que son acordados por Basilio.

El tiempo de la representación, por otro lado, es la duración de tiempo en que ocurre la pieza, la actuación de los actores en el palco, delante del público, que puede ocurrir en pocas horas.
Como se trata de una ficción, el tiempo histórico representado no localiza la fábula en ningún momento específico, pero podría tratarse de la Edad Media, ya que hay alusiones al honor y la ley del homenaje. Sin embargo, es una historia que podría acontecer en cualquier tiempo histórico.

Influencias


Cabe reflexionar sobre las posibles fuentes respecto a las que se ha construido el tema y en las que se inspira Calderón:
a. La filosofía hindú y la mística persa. El Syntipas o Libro de los engaños (debido a su título completo, Libro de los engaños y los asayamientos de las mujeres), un libro de cuentos castellanos de mediados del siglo XIII, que recoge una colección de cuentos árabes que a su vez proceden de la tradición cuentística persa o hindú.

b. La tradición de los textos bíblicos, especialmente de los libros sapienciales y proféticos: en el Libro de Job, y en Isaías.

c. El cuento del Durmiente despierto o del sueño del campesino, de la versión de Las mil y una noches: 620-641 en el cual la princesa Scheherazade cuenta la historia de Abul-Hassán, que mientras pasea por la calle encuentra al califa Harún Al-Raschid, que acostumbraba salir disfrazado a visitar su reino. Abul-Hassán invita al califa a pernoctar en su casa y el califa lo narcotiza, lo lleva al palacio y lo hace tomar su lugar. Hay otras derivaciones de este cuento en la literatura castellana, como El Conde Lucanor (Libro de los enxiemplos del Conde Lucanor et de Patronio (contenido del Códice de Puñonrostro), por el infante Don Juan Manuel (1330 y 1335). Trae cuentos moralizantes tomados de varias fuentes, como Esopo y otros clásicos y de la tradición de cuentos árabes.

d. La obra sánscrita Lalita-Vistara: La leyenda de Buda, que al nacer estaba predestinado a ser un gran monarca o ermitaño. Como es sabido se concretiza el segundo vaticinio, a pesar de su padre mantenerlo aislado palacio. Se basa aún en la versión cristianizada de la historia, en Barlaam y Josafat, los soldados de Cristo, relato medieval, muy popular en su época. Josafat es un terrible enemigo de los cristianos y se profetiza que su hijo se convertirá al cristianismo. Para evitarlo, el padre lo encierra en un hermoso palacio, que le aislaba de todo contacto, pero la profecía, al final se concretiza. (Con el nombre de Barlaan y Josafat, Lope de Vega escribió una obra teatral en 1611).

d. La filosofía griega: la aproximación con el Mito de la Caverna, de Platón (República, Libro VII). La alegoría de la caverna: los prisioneros están en una caverna, sin poder mirar atrás (el mundo sensible) y sólo perciben sombras, simulación de las cosas que ocurren, que pasan detrás de ellos, iluminadas por el fuego, como se fuera en un teatro de sombras. Uno de ellos consigue huir y a principio es cegado por la luz y no puede distinguir las cosas, se queda confundido. Después, cuando su vista se adapta, empieza a ver el sol (el mundo de las ideas, la sabiduría), mientras los otros, el resto de la humanidad, continúa en su ignorancia.

En la actualidad, el mito podría hacer diálogos con las películas: Matrix, El Show de Truman, El enigma de Kaspar Hauser y la obra La Caverna de Saramago.

e. Los mitos primarios: y su ordenamiento del conflicto padre/hijo: Saturno, que devora a sus hijos para mantenerse en el poder y Layo, que, amenazado en su poder, se apresura a eliminar a su hijo Edipo.

Temas

Vida Como Sueño


Uno de los principales temas de La Vida es Sueño está indicado en el título de la obra. La principal preocupación del protagonista es la cuestión respecto al qué es la vida. ¿Vivimos lo que soñamos o soñamos lo que queremos vivir?

La visión barroca de la vida la ve como sueño y tragedia. Pero el tópico de la vida es sueño es antiquísimo y coincidente en diversas culturas y en diversos textos literaris.: el problema de apariencia/realidad, como fundamento para indagar el concepto de vida como sueño (¿lo que vivía el protagonista era sueño o realidad?)

Este cuestionamiento está de acuerdo a la filosofía platónica, según la cual el mundo es una ilusión, un simulacro del verdadero mundo (mundo de las ideas). El mito de la caverna, con las imágenes antagónicas de las sombras y de la luz, es por veces aludido en versos como este monólogo de Clarín:

No acabes de despertar,
Segismundo, para verte
perder, trocada la suerte,
siendo tu gloria fingida,
una sombra de la vida
y una llama de la muerte. [2022-2027]

En otras obras de Calderón de la Barca, se desarrolla el tema del “gran teatro del mundo” (Nogueira, 2013), término usado por Segismundo en uno de sus monólogos (línea 2073). En la visión teológica del dramaturgo español, la vida en el mundo es un teatro de lo cual Dios es el autor y director. Los personajes están representando papeles atribuidos por él criador y sus desempeños dependen del libre albedrío. Hacer el Bien es representar bien su papel.

Esta obra, paradigma del género de comedias filosóficas, recoge y dramatiza las cuestiones más trascendentales de su época: el poder de la voluntad frente al destino, el escepticismo ante las apariencias sensibles, la precariedad de la existencia, considerada como un simple sueño y, en fin, la consoladora idea de que, incluso en sueños, se puede todavía hacer el bien.

En La Vida es Sueño, Basilio metafóricamente se pone en el papel de Dios al hacer un teatro en que pone la corte y a su hijo a prueba.
En determinado momento, Segismundo monologa sobre el carácter ilusorio de la propia vida. Un rey sueña que es rey, un pobre sueña que es pobre. No hay nada que determine que las cosas deban ser lo que son (predomina el libre albedrío sobre la predestinación), pues ellas podrían ser diferentes, y por lo tanto las certezas son ilusiones.

Ni aun ahora he despertado;
que según, Clotaldo, entiendo,
todavía estoy durmiendo,
y no estoy muy engañado.
Porque si ha sido soñado
lo que vi palpable y cierto,
lo que veo será incierto;
y no es mucho que rendido,
pues veo estando dormido,
que sueñe estando despierto. [2099-2109]

La propia “realidad” es ilusión...

Y sí haremos, pues estamos
en mundo tan singular,
que el vivir solo es soñar;
y la experiencia me enseña
que el hombre que vive sueña
lo que es hasta despertar.
Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso que recibe
restado, en el viento escribe,
y en las cenizas le convierte
la muerte (¡desdicha fuerte!);
¡que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte!
Sueña el rico en su riqueza
que más cuidado le ofrece
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende;
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
Yo sueño que estoy aquí
de estas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son. [2152-2187]


Libre albedrío vs. predestinación


Según la doctrina del libre albedrío, el hombre es libre para decidir su destino, su futuro, y no nace predestinado. Fue sustentada por la Iglesia Católica contrarreformista, que postulaba la salvación a través de las buenas obras que los hombres realicen en su vida. Se opone a las ideas de los reformistas protestante, cuya doctrina de la predestinación sostendría la existencia de un designio divino que condena o salva, mediante la gracia y la Fe, que es un don de Dios, más allá de la forma en que los hombres actúen.
Es un tema importante en La Vida es Sueño, pues la profecía que llevó Basilio a encarcelar Segismundo terminó por no se cumplir de todo, ya que el libre albedrío del príncipe se sobrepuso al destino vaticinado.

Política y oráculos


La creencia en la predestinación siempre fue usada como justificativa para la manutención de las relaciones de poder. Desde la Antigüedad hay historias sobre reyes que consultan oráculos para tomar decisiones políticas. Es el caso de Creso, a quien el oráculo de Delfos dice que él destruiría un grande imperio si enfrentara los persas. La profecía se concretizó, pero no como él esperaba. Es también el caso de Layo, padre de Edipo, que mandó matar su hijo porque el oráculo vaticinara una tragedia (que terminó por se realizar).

Los políticos en la Edad Media se valían de la Astrología y otras prácticas adivinatorias para tomar decisiones. Hasta hoy día hay los que lo hacen. Calderón de la Barca muestra un rey, Basilio, tomando decisiones basadas en un vaticinio profético, pero en esta historia el destino pudo ser modificado por las acciones y el albedrío humano.

Autodominio (civilización y barbarie)


La obra trae la tematización del autodominio como forma de superación y como medio de hacer el bien. Segismundo es presentado como un hombre-fiera, conyugando características animales con aspectos humanos.
En principio, él está dominado por sus instintos, sus deseos y caprichos, la irracionalidad y la barbarie. Pero su trayectoria se completa con el autodominio, el control de la fiera por la razón, la victoria de la racionalidad y la civilización. La tensión entre barbarie y civilización es un tema típico del Barroco.

Otros temas


Hay otros temas como la ciencia y la razón, la pérdida y la recuperación del honor, la búsqueda del amor.

La Vida es Sueño: alegoría política y tensión entre apariencia y realidad

Segismundo representa el amalgama de instinto y razón. Creado por Clotaldo en medio a las montañas, sólo conoce la política en nivel teórico y no tiene experiencia con otras personas para comprender como se la usa en las relaciones humanas. Su posible vocación para la Política no puede ser atestada, ya que Basilio le prendió en la torre desde su nacimiento.

Y aunque en desdichas tan graves,
la política he estudiado,
de los brutos enseñado,
advertido de las aves,
y de los astros süaves
los círculos he medido [...] [213-218]

Por otro lado, el rey Basilio se muestra un excelente político en sus discursos, que lo caracterizan como un tipo ejemplar de dominación carismática, según los términos de Max Weber (2005).

Esto como rey os mando,
esto como padre os pido,
esto como sabio os ruego,
esto como anciano os digo;
y si el Séneca español,
que era humilde esclavo, dijo,
de su república un rey,
como esclavo os lo suplico. [836-843]

Los temas políticos son constantes en la obra. Las obligaciones jerárquicas en las relaciones entre clases sociales diversas aluden al concepto del “gran teatro del mundo”. Los personajes están todo el tiempo en una agonía entre sus deseos personales y el deber (el papel concedido por la Divinidad). Esto se percibe en una advertencia de Clotaldo a Rosaura.

Si moscovita has nacido,
el que es natural señor
mal agraviarte ha podido.
Vuélvete a tu patria, pues,
y deja el ardiente brío
que te despeña. [949-954]

Cuando Segismundo descubre lo que hizo Basilio, su padre, considérase víctima de traición. Aquí aparece el tema del albedrío como derecho de cada individuo. El rey y Clotaldo lo negaron a Segismundo, y bajo su punto de vista ellos son tiranos. Por otro lado, para Basilio no había mejor solución para la libertad de su pueblo que sacrificar la libertad de un único individuo (su hijo).

Pues vil, infame y traidor,
¿qué tengo más que saber,
después de saber quien soy,
para mostrar desde hoy
mi soberbia y mi poder?
¿Cómo a tu patria le has hecho
la traición, que me ocultaste
a mi, pues que me negaste,
contra razón y derecho,
este estado?
[...]
Traidor fuiste con la ley,
lisonjero con el rey,
y cruel conmigo fuiste;
y así el rey, la ley y yo,
entre desdichas tan fieras,
te condenan a que mueras
a mis manos. [1295-1311]

Sin embargo, el mismo error es cometido por Segismundo, tomado por la parte fiera de su personalidad, cuando se enfurece con un criado y lo mata, tirándolo por una ventana. Delante de esta acción, Basilio lo reprende: “¿Tan presto una vida cuesta / tu venida el primer día?” (1444 -1445).

El príncipe exige su derecho natural al trono como cumplimiento correcto del destino. Segismundo actúa con sentimiento de venganza y no tiene autodominio. Este es una característica idealizada de los reyes estoicos que se sobreponen a los caprichos de la fortuna. El rey Basilio puede ser visto como un ejemplo de estoicismo, al trocar la libertad de su hijo por la de su pueblo (el buen tino del monarca garantiza el orden), pero el príncipe aún necesita aprender a subyugar el instinto de la fiera a través de la virtud del hombre.

Tirano de mi albedrío,
si viejo y caduco estás,
muriéndote, ¿qué me das?
¿Dasme más de que lo es mío?
Mi padre eres y mi rey;
luego toda esta grandeza
me da la naturaleza
por derechos de su ley.
Luego, así que esté en este estado,
obligado no me quedo,
y pedirte cuentas puedo
del tiempo que me has quitado
libertad, vida y honor;
y así, agradéceme a mí
que yo no cobre de tí
pues eres tú mi deudor. [1504-1519]

Estos versos revelan también la analogía entre relación de dominación y relación de poder entre padre e hijo. El mito de Édipo es una probable influencia de Calderón de la Barca. Layo, rey de Tebas, había sido advertido por un oráculo de que su hijo Edipo lo mataría y se casaría con la reina. El infante es enviado para lejos, pero su destino acaba por cumplirse en una situación inusitada. Así como Layo, las acciones del rey Basilio, que tenían en objetivo de evitar el destino, son responsables por su cumplimiento. A pesar de que él afirma que “cumplió su palabra el cielo” (1521), Segismundo no se rebelaría contra su padre si no hubiera sido privado de su libertad.

La ambivalencia en la relación padre-hijo, en que el hijo admira y ama, al mismo tiempo que teme y odia el padre, se ve en Segismundo tanto en relación con Basilio como con Clotaldo, que en determinado momento es referido por el príncipe como “padre” (2393). De hecho, el ayo es más próximo a Segismundo que el rey. El perdón que el príncipe concede a la figura paterna se remite a los dos.
El papel de Rosaura es crucial para que Segismundo perciba, posteriormente, sus errores. Ella lo advierte que su comportamiento no le da el derecho de cumplir el papel de príncipe, pues este tiene obligaciones morales y deberes que no están de acuerdo con el comportamiento inhumano de Segismundo:

No en vano prevenía
a este reino infeliz tu tiranía
escándalos tan fuertes
de delitos, traiciones, iras, muertes.
Mas ¿qué ha de hacer un hombre
que de humano no tiene más que el nombre?
Atrevido, inhumano,
cruel, soberbio, bárbaro y tirano,
nacido entre las fieras? [1650-1659]

Después que vuelve a la torre, Segismundo empieza un cambio interior, basándose en su experiencia traumática en el palacio. El príncipe piensa que lo que vivió en el palacio fue un sueño, y Clotaldo lo reafirma:

Como habíamos hablado
de aquella águila, dormido,
tu sueño imperios han sido;
mas en sueños fuera bien
entonces honrar a quien
te crió en tantos empeños,
Segismundo, que aun en sueños
no se pierde en hacer bien. [2140-2147]

Con esta lección, Segismundo comprende que en cualquier situación, sea en sueño o realidad, se debe hacer el Bien, pues nunca se puede estar cierto si estamos viviendo una ilusión o no. Para Platón, sólo se puede salir de la caverna de sombras si se practica el Bien, y la nueva postura moral del príncipe lo lleva a la realidad. Sólo así él puede cumplir su papel político y se tornar un gobernante justo. El que se deja llevar por la fiera que tiene en sí se torna un tirano, y para realizar su verdadero destino Segismundo decide reprimir sus deseos.

Es verdad; pues reprimamos
esta fiera condición,
esta furia, esta ambición
por si alguna vez soñamos. [2148-2151]

Algunos soldados se rebelan contra el rey al saber que el trono de Polonia tiene un heredero legítimo y no aceptan que un noble extranjero, Astolfo, asuma el poder. Uno de los rebeldes se ruega:

Y así,
haciendo noble desprecio
de la inclemencia del hado,
te ha buscado donde preso
vives, para que, valido
de sus armas y saliendo
de esta torre a restaurar
tu imperial corona y cetro
se la quites a un tirano.
Sal, pues: que en ese desierto
ejército numeroso
de bandidos y plebeyos
te aclama. La libertad
te espera; oye sus acentos. [2292-2305]

Para los rebeldes, el rey Basilio es el verdadero tirano. La tiranía que Basilio temía de Segismundo es la tiranía que aquél ejerce sobre este. Para el rey, hay una cuestión moral en juego, que es el Bien de los súbditos frente al bien de una sola persona (el príncipe). Pero para su hijo el acto de encarcelarlo fue una injusticia.
Segismundo consiente en liderar los soldados contra su padre, el rey Basilio y Astolfo. Sus motivaciones no son muy claras a principio, pues el sentimiento de venganza aún está presente.

Contra mi padre pretendo
tomar armas, y sacar
verdaderos a los cielos;
presto he de verle a mis plantas.
(Aparte) Mas si antes de esto despierto,
¿no será bien no decirlo,
supuesto que no he de hacerlo?. (2379-2385)

Él consigue comprender que este plan de acción puede ser motivado por una postura moral. Segismundo acepta luchar contra el rey porque el pueblo necesita su ayuda. Él entiende que no importa más cumplir la profecía, sino hacer el Bien de cualquier manera: “Que estoy soñando, y que quiero/obrar bien, pues no se pierde/obrar bien, aun entre sueños” (2398-2400).

Clotaldo se recusa a ayudar a Segismundo, pues su lealtad es al rey. Delante de eso, el príncipe casi vuelve a ser fiera, pero el viejo le sirve de ejemplo y él contiene su furia.

CLOTALDO - Pues, señor, si el obrar bien
es ya tu blasón, es cierto
que no te ofenda el que yo
hoy solicite lo mesmo.
¿A tu padre has de hacer guerra?
Yo aconsejarte no puedo
contra mi rey, ni valerte.
A tus plantas estoy puesto;
dame la muerte.

SEGISMUNDO - ¡Villano,
traidor, ingrato! (Aparte) Mas, ¡cielos!,
reportarme me conviene,
que aun no sé si estoy despierto.
Clotaldo, vuestro valor
os envidio y agradezco.
Idos a servir al rey,
que en el campo nos veremos.
Vosotros, tocad el arma. [2401-2418]

En este momento de la historia, Basilio ya reconoce que sus acciones no pudieron evitar el destino profetizado. Él asume la responsabilidad por la destrucción de su pueblo, todavía manteniendo la postura moral que lo caracteriza como un rey-filósofo.

¡Dura ley! ¡Fuerte caso! ¡Horror terrible!
Quien piensa que huye el riesgo, al riesgo viene,
con lo que yo guardaba me he perdido
yo mismo, yo, mi patria he destruido. [2456-2459]

En una de las escenas finales, reafirma:

Pues yo, por librar de muertes
y sediciones mi patria,
vine a entregarla a los mismos
de quien pretendí librarla. [3108-3111]

Siendo un modelo ideal de gobernante intelectual, que se utiliza de sus conocimientos y ciencias para emprender su oficio, el rey Basilio no está preparado para enfrentar una guerra, pero cambia su postura: “y en la defensa ya de mi corona, / lo que la ciencia erró, venza el acero” (2486-2487).

Al decidir cambiar la ciencia por la espada, considerando que aquella erró y sólo le resta defenderse con armas contra Segismundo, es ahí que el rey Basilio comete su error, pues decide guerrear en defensa de su corona y no con vistas al Bien común. El discurso de Segismundo revela que la gloria puede ser una ilusión y es difícil diferenciar la verdadera de la mentirosa, y su padre incurre en el error.

Pues ¿tan parecidas
a los sueños son las glorias
que las verdaderas son
tenidas por mentirosas,
y las fingidas por ciertas? [2939-2942]

Por su parte, Segismundo invierte la ecuación. Si en el inicio era movido por la fiera dentro de sí, ahora portase a través de la razón y la moral, con vistas al Bien mayor. Él pasa a asumir las obligaciones de su posición noble. Al prometer a Rosaura que va a rescatar su honor, consigue finalmente probar su virtud en cuanto príncipe.

Rosaura está sin honor;
más a un príncipe le toca
el dar honor que quitarle.
¡Vive Dios! que de su honra
he de ser conquistador
antes que de mi corona. [2986-2991]

Sólo un príncipe o rey puede conceder el honor a un súbdito, y Segismundo prefiere conquistar la honra de Rosaura a defender su corona, actuando moralmente antes de poder asumir de hecho el trono. De esta forma, siendo noble, él garantiza su victoria sobre el rey. Éste intenta justificar sus acciones a través de un antiguo adagio de guerra: “En batallas tales / los que vencen son leales, / los vencidos son traidores” (3065-3067). Pero la sabiduría de Basilio revela justamente la verdad sobre él y Segismundo. Éste está siendo leal a sus deberes morales y a su destino, mientras aquél es un traidor de su propia índole.
La obra de Calderón de la Barca termina de forma circular, que se puede percibir en el 
diálogo entre Segismundo y el soldado rebelde: el nuevo rey lo encarcela en la misma torre en que había vivido, como si fuera la repetición del oráculo.

SOLDADO 1 - Si así, a quien no te ha servido
honras, ¿a mí, que fue causa
del alvoroto del reino,
y de la torre en que estabas
te saqué, que me darás?

SEGISMUNDO - La torre; y por que no salga
de ella nunca hasta morir,
has de estar allí con guardas,
que el traidor no es menester
siendo la traición pasada.

BASILIO - Tu ingenio a todos admira.

ASTOLFO - ¡Qué condición tan mudada!

ROSAURA - ¡Qué discreto y qué prudente!

SEGISMUNDO - ¿Qué os admira? ¿Qué os espanta
Si fue mi maestro un sueño,
y estoy temiendo en mis ansias
que he de despertar y allá
otra vez en mi cerrada
prisión? Y cuando no sea,
el soñarlo solo basta;
pues así llegué a saber
que toda la dicha humana
enfín, pasa como sueño.
Y quiero hoy aprovecharla
el tiempo que me durare,
pidiendo de nuestras faltas
perdón, pues de pechos nobles
es tan propio el perdonarlas. [3292-3319]

Al final, el orden es establecida. Segismundo asume su lugar en el trono, cumpliendo su derecho natural y por lo tanto trayendo la paz y la armonía a todos. El antiguo hombre-fiera encarcelado en la torre, convertido en un razonado rey, vuelve a su nuevo “cárcel”, la corte donde va a convivir con toda suerte de cinismo y corrupción cortesana. Por otra parte, será prisionero de las obligaciones de su posición, siendo el garante del orden de su reino y de sus súbditos.

Referencias


BARCA, Pedro Calderón. La vida es sueño. Debolsillo, 2011.

CUADROS, Evangelina Rodriguez. La vida es sueño: obra paradigmática. Disponible en <http://www.cervantesvirtual.com/bib/Calderon/vidasueno.shtml>, accedido en 12 nov 2013.

Don Pedro Calderón de la Barca (1601-1681). Disponible en <http://www.los-poetas.com/h/biocalde.htm>, accedido en 14 nov 2013.

JUAN RUIZ, Julio. La tradición medieval y el realismo político moderno en el teatro de Calderón de la Barca. Acta lit., Concepción, n. 46, 2013 . Disponible en . accedido en 01 dic. 2013. http://dx.doi.org/10.4067/S0717-68482013000100009.

La mitad invisible - “La vida es sueño” de Calderón de la Barca (video-documentario). Disponible en <http://www.rtve.es/alacarta/videos/la-mitad-invisible/mitad-invisible-vida-sueno-calderon-barca/1275665/>, accedido en 13 nov 2013.

NOGUEIRA, Sônia Regina. Os signos da representação teatral: Calderón de La Barca.. In: CONGRESSO BRASILEIRO DE HISPANISTAS, 2., 2002, São Paulo. Proceedings online... Associação Brasileira de Hispanistas, Available from: . Acess on: 01 Dec. 2013.

WEBER, Max. A política como vocação. In: Ciência e política: duas vocações. São Paulo: Cultrix, 2005.

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