(Imagen: Internet)
UNIVERSIDADE FEDERAL DO RIO GRANDE DO NORTE
PRÓ-REITORIA DE GRADUAÇÃO
CENTRO DE CIÊNCIAS HUMANAS, LETRAS E ARTES
CURSO: LETRAS – ESPANHOL
DISCIPLINA: LITERATURA ESPANHOLA I
INÊS ALVES DA MOTA
LA VIDA ES SUEÑO DE CALDERÓN DE LA BARCA:
UNA ALEGORÍA POLÍTICA
NATAL
2013
Artículo presentado como tercera evaluación de la asignatura Literatura Española I. 2013.2, ministrada por el Profesor Francisco Zaragoza.
¿Qué es
la vida? Un frenesí.
¿Qué es
la vida? Una ilusión,
una
sombra, una ficción,
y el mayor
bien es pequeño;
que toda
la vida es sueño,
y los
sueños, sueños son.
- Calderón
de la Barca
Pedro Calderón de la Barca - Biografía
Don
Pedro Calderón de la Barca nació en Madrid en 1601. En 1625 se
alistó bajo las banderas de duque de Alba, y estuvo en Flandes e
Italia.
Su
vida de letras fue muy brillante: Estudió en el colegio de los
jesuitas, y en Salamanca estudió las matemáticas y la filosofía.
A los 13 años estrenó su primera comedia, El Carro del Cielo,
fantasía que se desarrolla entre el cielo y la tierra, y a los 19
contaba ya tres o cuatro éxitos teatrales.
En
1620 abandona los estudios para seguir carrera eclesiástica. En
1635, con la muerte del dramaturgo Lope de Vega, pasa a ser
considerado "El maestro de los palcos españoles".
Es
el primer dramaturgo del teatro español, el que ha hecho obras de
más trascendencia y mayor alcance. Por otra parte, sus sonetos con
tendencia filosófica, pero muy poéticos, son bastante famosos.
Murió en 1681.
Obras
Pedro Calderón de la Barca es la última
figura importante del siglo de Oro de la literatura española. Su
obra supone la culminación del teatro español de este periodo. Con
su muerte en 1681, se cierra el Siglo de Oro de las letras españolas.
Seguidor de la comedia nueva de Lope de Vega,
su vinculación temprana a la Corte le permitió innovar técnicas,
con tramoyas, maquinaria, música y artificio, auxiliado por la
tradición italiana. Además, su propia formación cultural aportó
rigor y reflexión al teatro de su tiempo.
Continuador del arte nuevo de hacer comedias,
en su teatro se intensifica el componente lírico, se adensa la
reflexión moral y filosófica, se enriquece la dimensión religiosa
y se acentúa la introspección psicológica de los personajes,
forjando en su conjunto un corpus dramático considerado como el más
profundo y acabado del teatro áureo.
Su producción es básicamente dramática y
aparece cuando el mecanismo teatral ya está organizado en España.
Tal máquina va a servir para un genio opuesto en casi todo al de
Lope, caracterizado por su mirada hacia el interior frente a la
necesidad de exteriorizarse de Lope.
Calderón de la Barca representa la síntesis
final de varios siglos de cultura orientada directamente por la
Iglesia y la entrada en la época moderna del espíritu europeo. Los
temas tratados en sus obras son la preocupación de la
responsabilidad moral del hombre, el conflicto entre lo real y la
ilusión, y el honor como fuente de conflictos sociales entre el
sentimiento y el papel del hombre en la sociedad.
Desde Menéndez y Pelayo, su obra se viene
dividiendo en comedias: de capa y espada (uno de los subgêneros
dramáticos do teatro clásicos español del Siglo de Oro), dramas
trágicos, dramas filosóficos y dramas religiosos; y autos
sacramentales.
Sin llegar a los extremos de la obra de Lope,
la de Calderón es también ingente: más de 120 comedias, 80 autos
sacramentales y buen número de entremeses, loas y obras de teatro
breve, aparte de prosas y escritos líricos.
Contextualización - Marco Histórico, Social, Cultural
La Vida es sueño, de Pedro Calderón de
la Barca, estrenada en 1635, se inscribe en la estética barroca del
teatro: conformación de la arquitectura del texto dramático, su
escenografía, su lenguaje y la jeraquización de los personajes,
escenas y acciones.
Barroco
El Barroco, que se forjó en Italia. Fue un
período de la historia en la cultura occidental originado por una
nueva forma de concebir las artes visuales (el “estilo barroco”)
y que, partiendo desde diferentes contextos histórico-culturales,
produjo obras en numerosos campos artísticos: literatura,
arquitectura, escultura, pintura, música, teatro etc. Esa evolución
que sufre el arte renacentista culmina en el siglo XVII y se prolonga
hasta el siglo XVIII.
El Barroco español transcurre bajo los
reinados de los tres últimos reyes de la casa de Austria: Felipe
III, Felipe IV y Carlos II. Es una época de contrastes: España, que
había sido la potencia más importante del mundo, pierde poder ante
las demás naciones europeas. Es un período de guerras,
calamidades, pestes, hambre y miseria, violencias, crueldades y
engaños, decadencia política y social, por un lado, y florecimiento
artístico, por otro. En la estética barroca, las obras de arte se
recargan con adornos y exageraciones.
Debido al refortalecimiento del clero se vuelve
a una visión teocéntrica del mundo y la búsqueda del consuelo en
la religión y la vida ascética (moderada y mística) Se critica y
satiriza sobre la ambición, el poder y el dinero. La brevedad de la
vida, vista como un paso rápido hacia la muerte. El hombre vive la
duda y la incertidumbre: No se sabe lo que es verdad y lo que no lo
es, las apariencias engañan. La vida es sueño. Ese clima de angustia se verá reflejado en la
literatura. Los temas en la literatura se centran en el desengaño y
el pesimismo. El escritor del Barroco pretende impresionar los
sentidos y la inteligencia con estímulos violentos, bien de orden
sensorial, sentimental o intelectual. Para esto recurre a un lenguaje
pomposo y retorcido, que dificulta muchas veces la comprensión.
En España, la expresión literaria fue
dominada por los movimientos estéticos del Culteranismo (Luis de
Góngora, que se centra en la forma) y por el Conceptismo (Francisco
de Quevedo, que se centra en el contenido).
En el Teatro se destacan Lope de Vega, Tirso de
Molina, Calderón de la Barca, entre otros.
El teatro de Calderón de la Barca
Según Sônia Regina Nogueira (2002), las
representaciones que más se destacaron fueron las obras de Lope de
Vega, que define, con gran propiedad, las fórmulas del teatro
nacional español. Sin embargo, otros dramaturgos ocuparon un lugar
fundamental en la historia del teatro del Siglo de Oro, entre ellos
Calderón de la Barca. En sus obras son intensas la presencia de Dios
en todos los actos de la vida humana, siendo la principal
característica de su teatro. La vida terrena es una representación
en la cual Dios establece un papel a cada mortal.
El teatro de Calderón de la Barca marca dos
formas distintas de estilo. La primera da continuidad y aprimora el
sentido realista del drama de Lope de Vega, con una técnica concisa
y perfecta. La otra, considerada la más original, incluye las
comedias religiosas, filosóficas y los autos.
Para Julio Juan Ruiz (2013), el teatro barroco,
que se formó en un periodo de transición, se caracteriza por los
contrastes. En Calderón de la Barca, es muy notable la oposición
entre la tradición medieval centrada en el poder de la Iglesia, por
un lado, y el realismo político de Maquiavelo, que preconizó la
separación entre Estado y religión, por otro. Ruiz afirma que “el
teatro fue un espacio privilegiado para debatir doctrinas políticas
opuestas, tal como la comprobamos en el teatro de Calderón” (Ruiz,
2013, p. 128).
La influencia del estoicismo se hace presente
en sus obras. Calderón da importancia al carácter racional del
gobernante, que debe sobreponer su autodominio a las intemperies de
la fortuna. La ética del rey es importante para la realización de
su papel.
Análisis de La Vida es Sueño
Personajes
Segismundo es el personaje
principal. A su alrededor se desarrolla toda la obra. Se le describe
inicialmente como un hombre-fiera, un alma reprimida, alguien muy
reflexivo de carácter alterado por su largo tiempo de reclusión. Al
principio con gran sed de venganza, se comporta de forma cruel y
despiadada, pero más tarde con rasgos de humanidad. Persigue un
sueño, recuperar el trono y volver a donde legítimamente debería
estar. Al perdonarle la vida a Basilio, su padre demuestra que ha
cambiado y logra vencer a su destino.
Basilio es rey de Polonia y padre
de Segismundo. Es un hombre preocupado por lo que pueda sucederle a
su pueblo. Es psicológicamente débil e indeciso, capaz de confiar
en alguien intranscendente para reafirmar sus ideas. Sus campos son
las matemáticas, las ciencias y la astrología, no demostrando
realmente una sabiduría orientada hacia el gobierno. Se derrumba con
facilidad. Tiene miedo de Segismundo desde lo que le dice el hado.
Pero al final admite sus errores.
Rosaura es el principal personaje
femenino, con historia aparte a la principal, que al final une
fuerzas con Segismundo para derrocar a Astolfo del futuro trono e
impedir que se case con Estrella (ya que entre Rosaura y Astolfo
había un romance anterior y no terminado). Procedente de Moscovia,
cuando llega a la corte, oculta su personalidad haciéndose pasar por
una criada. Durante la obra descubre que es hija del ayo de
Segismundo, Clotaldo. Finalmente, declarada noble, puede casarse con
Astolfo.
Clotaldo es ayo de Segismundo. Él
le ha enseñado y explicado todo lo que sabe y lo que es. Es el único
-aparte del rey- que puede verle. Segismundo está a su cargo.
Segismundo le guarda cierto rencor. En la obra aparece como un
personaje anciano, que a vivido aventuras amorosas anteriores (es el
padre “secreto” de Rosaura). Como personaje-tipo representa la
superstición.
Astolfo es duque de Moscovia, con
el que Basilio hace un trato para mantener el trono de Polonia. Está
dispuesto a casarse con Estrella a pesar de amar a Rosaura, pero al
final consigue su amor deseado. El libro no da muchos detalles de
este personaje.
Estrella es una bella y
noble infanta de la corte de Basilio, dispuesta a casarse con Astolfo
para heredar el trono (Astolfo y Estrella son primos entre sí y
sobrinos de Basilio). Al fin acaba casándose con Segismundo. No es
un personaje muy detallado, pero estratégicamente es importante.
Clarín es compañero que viene
desde Moscovia con Rosaura. Es ingenioso y siempre está en el peor
lugar, en el peor momento. Responde al arquetipo de cómico.
A parte también hay criados y soldados que de
vez en cuando intervienen.
Argumento
Segismundo es el príncipe de Polonia.
Enclausurado desde su infancia en una torre por su padre Basilio, él
sólo conoce a Clotaldo, quien lo enseña los conocimientos sobre el
mundo, pero lo deja encadenado y lo viste apenas con una piel de
animal. El rey Basilio lo prendió allí porque un sueño de la
reina (muerta al nacer Segismundo) y el horóscopo del príncipe
previeron que este se tornaría un tirano.
Clotaldo no sabe que tiene una hija, llamada
Rosaura. Un día, ella viene de Moscovia con su criado Clarín
vestida de hombre, conduciendo la espada que le ha dado su madre, con
el fin vengarse de su amado Astolfo y recuperar su honor, y por acaso
encuentra a Segismundo y a su propio padre. El príncipe se queda
encantado con ella, pero demuestra un comportamiento ambiguo, al
mismo tiempo de hombre y de fiera. Clotaldo reconoce la espada de
Rosaura e imagina que ella pueda ser su hijo, pero nada le
confiesa.
Mientras eso, Astolfo, hidalgo de Moscovia, y
Estrella, dama de la corte, ambos sobrinos del rey Basilio, hablan
sobre su casamiento, cuya intención es mantener el trono con la
familia. Basilio revela que tiene un hijo preso y habla de sus planes
para traerlo al palacio y probar o no si la profecía estaba cierta
sobre el carácter de Segismundo. En caso positivo, Astolfo y
Estrella serían los próximos rey y reina de Polonia. En caso
negativo, Segismundo asumiría el trono al lado de Estrella.
Narcotizándolo y haciendo con que el príncipe
pensara que su visita al palacio era un sueño, Basilio lo pone a
prueba, pero Segismundo se muestra indomado en sus pasiones y deseos,
mata a un criado e intenta forzar Rosaura (disfrazada de criada) a
ser cortejada por él. Basilio y Clotaldo lo hacen volver a la torre,
sin que él sepa que todo había pasado en realidad.
Muchos soldados se recusan a tener un príncipe
extranjero, Altolfo, ya que el trono de Polonia tiene un heredero
legítimo, Segismundo, y lo liberan para que lidere una guerra contra
su padre Basilio y Astolfo. Segismundo decide comandar el ejército,
aún incierto si sueña o si está despierto, pero pretende cambiar
su postura ética y hacer lo moralmente correcto.
En medio a la guerra, Rosaura no tiene la ayuda
de su padre Clotaldo para matar Astolfo, que la abandonara en
Moscovia, pues él se mantiene fiel al rey, y ella recurre a
Segismundo para rescatar su honor. En venciendo a la guerra, el
príncipe legítimo perdona a su padre, casa Rosaura con Astolfo y
toma la mano de Estrella.
Estructura
Se compone de tres actos o jornadas:
1ª jornada: (8 escenas)
En el momento en que entran, Segismundo
pronuncia su primer monólogo. Cuando el preso se da cuenta de que no
está solo, intenta matar a Rosaura pero luego le perdona la vida.
Irrumpe Clotaldo, súbdito de Basilio y ayo de Segismundo, y detiene
a los dos viajeros por encontrarse en lugar prohibido. Clotaldo
entonces reconoce la espada que ciñe Rosaura: es la espada que había
dejado a la madre de Rosaura, abandonándola como Astolfo abandonó a
la hija. Sin embargo, Clotaldo no reconoce aún ante todos a su hija
y encubre lo descubierto, decidiendo llevar ante el rey a su hija y
al gracioso, Clarín.
El rey Basilio. Revela la existencia de su
hijo, Segismundo, que había provocado la muerte de la reina
Clorilene al nacer. Cuenta el terrible nacimiento de su hijo y
explica lo que vaticinó al leer en las estrellas: Segismundo sería
un rey tirano y cruel. Basilio decidió hacer una prueba y dar una
oportunidad a su hijo. Lo llevarían a palacio pero de manera que si
efectivamente resulta ser un tirano su estancia en el palacio le
parezca tan solo un sueño. Si Segismundo resulta tener templanza y
razón, será el heredero del trono, si no, lo serán Estrella y
Astolfo, unidos por matrimonio.
Tras confesar a todo el pueblo la existencia de
su hijo, deja libres a Rosaura y Clarín. Pero Clotaldo quiere saber
quién es el enemigo de Rosaura, y preguntando averigua que es el
sobrino del rey, Astoslfo Además, Rosaura indica su verdadera
identidad.
2ª jornada: (19 escenas)
Basilio ha ideado un engaño para ver si
Segismundo es realmente cruel: lo llevan dormido a palacio y le
permiten ver cuál sería su destino, pero guardándose la
posibilidad de hacerle creer que todo fue un sueño, en caso de que
se demuestre malvado. Rosaura entra de dama de Estrella con el falso
nombre de Astrea.
Segismundo se comporta como un príncipe
déspota lanzando un criado por la ventana al poco de despertar,
intenta forzar a Rosaura, hiere a Clotaldo que sale en ayuda de su
hija, y se mete en una pelea a espada con Astolfo. En vista de ese
comportamiento, el rey Basilio decide volver a dormirle y llevarlo de
vuelta a la torre.
Astolfo corteja a Estrella, pues con su unión
compartirían la sucesión en lugar de competir por ella, una vez que
Segismundo ha quedado fuera de juego. Astolfo descubre que Astrea es
en realidad, su amor, Rosaura y rompen definitivamente.
La jornada termina con el monólogo de
Segismundo encarcelado nuevamente en la torre. Los últimos versos de
este monólogo son los que nombran la obra:
¿Qué es
la vida? Un frenesí.
¿Qué es
la vida? Una ilusión,
una
sombra, una ficción,
y el mayor
bien es pequeño;
que toda
la vida es sueño,
y los
sueños, sueños son. [2183-2187]
3ª jornada: (14 escenas)
El pueblo de Polonia, al saber que tiene un
príncipe heredero, organiza una revuelta y libera a Segismundo de su
torre. Segismundo libera a Clotaldo permitiéndole ir con el rey,
demostrando que ha recapacitado sobre su comportamiento.
Las tropas del Rey y las del príncipe se
enfrentan y vencen las de Segismundo, se encuentran ambos cara a cara
y el Rey, espera la muerte y se arrodilla a los pies de
Segismundo, pero este se postra ante el Rey, aceptando incluso el
hecho de que el rey, Basilio, quiera darle muerte debido a que se
haya levantado contra él. Sin embargo, en vista de la generosa
actitud de Segismundo el Rey le deja el trono.
Género y forma
La obra pertenece al género tragicomedia,
siendo también considerado un drama filosófico (Menéndez y
Pelayo-1910). Sigue el esquema estructural del barroco, de acuerdo a
las normas establecidas por Lope de Vega (Comedia Nueva).
Como obra de teatro que es tiene un carácter
dialogado. Todo son diálogos y monólogos a excepción de las
acotaciones escénicas del autor.
Ubicación espacio-temporal
Espacio
La historia se pasa en un país ficticio. Se
tiene la impresión de que es un lugar muy lejano, a pesar de que se
llama Polonia, pero evidentemente no es la Polonia real. La pieza se
pasa en ambientes absolutamente contrapuestos:
- En el interior del palacio – modelo social más refinado y artificioso (la luz, el poder, la comunicación y las relaciones);
- La torre – una cueva, la prisión – el aspecto más negativo y salvaje de la naturaleza (oscuridad, soledad, falta de afecto y comunicación donde se recluye Segismundo);
- En el campo abierto (cuando Rosaura llega de Moscovia y en la escena en la que el pueblo rescata a Segismundo de la torre).
Tiempo
Por se tratar de una pieza que tiene que ser
representada en el palco, el tiempo puede ser dividido en tiempo
representado y tiempo de la representación. El primero se trata de
la duración de tiempo en que ocurre la fábula, que no es muy claro,
pero se puede decir que ocurre por lo menos durante varios días. Los
antecedentes de la historia, que explican porque Segismundo está
encarcelado, remontan los acontecimientos a varios años, que son
acordados por Basilio.
El tiempo de la representación, por otro lado,
es la duración de tiempo en que ocurre la pieza, la actuación de
los actores en el palco, delante del público, que puede ocurrir en
pocas horas.
Como se trata de una ficción, el tiempo
histórico representado no localiza la fábula en ningún momento
específico, pero podría tratarse de la Edad Media, ya que hay
alusiones al honor y la ley del homenaje. Sin embargo, es una
historia que podría acontecer en cualquier tiempo histórico.
Influencias
Cabe reflexionar sobre las posibles fuentes
respecto a las que se ha construido el tema y en las que se inspira
Calderón:
a. La filosofía hindú y la mística persa.
El Syntipas o Libro de los engaños (debido a su título
completo, Libro de los engaños y los asayamientos de las
mujeres), un libro de cuentos castellanos de mediados del siglo
XIII, que recoge una colección de cuentos árabes que a su vez
proceden de la tradición cuentística persa o hindú.
b. La tradición de los textos bíblicos,
especialmente de los libros sapienciales y proféticos: en el Libro
de Job, y en Isaías.
c. El cuento del Durmiente despierto o
del sueño del campesino, de la versión de Las mil y una
noches: 620-641 en el cual la princesa Scheherazade cuenta la
historia de Abul-Hassán, que mientras pasea por la calle encuentra
al califa Harún Al-Raschid, que acostumbraba salir disfrazado a
visitar su reino. Abul-Hassán invita al califa a pernoctar en su
casa y el califa lo narcotiza, lo lleva al palacio y lo hace tomar su
lugar. Hay otras derivaciones de este cuento en la literatura
castellana, como El Conde Lucanor (Libro de los enxiemplos del
Conde Lucanor et de Patronio (contenido del Códice de
Puñonrostro), por el infante Don Juan Manuel (1330 y 1335). Trae
cuentos moralizantes tomados de varias fuentes, como Esopo y otros
clásicos y de la tradición de cuentos árabes.
d. La obra sánscrita Lalita-Vistara:
La leyenda de Buda, que al nacer estaba predestinado a ser un gran
monarca o ermitaño. Como es sabido se concretiza el segundo
vaticinio, a pesar de su padre mantenerlo aislado palacio. Se basa
aún en la versión cristianizada de la historia, en Barlaam y
Josafat, los soldados de Cristo, relato medieval, muy popular en
su época. Josafat es un terrible enemigo de los cristianos y se
profetiza que su hijo se convertirá al cristianismo. Para evitarlo,
el padre lo encierra en un hermoso palacio, que le aislaba de todo
contacto, pero la profecía, al final se concretiza. (Con el nombre
de Barlaan y Josafat, Lope de Vega escribió una obra teatral
en 1611).
d. La filosofía griega: la aproximación con
el Mito de la Caverna, de Platón (República, Libro VII). La
alegoría de la caverna: los prisioneros están en una caverna, sin
poder mirar atrás (el mundo sensible) y sólo perciben sombras,
simulación de las cosas que ocurren, que pasan detrás de ellos,
iluminadas por el fuego, como se fuera en un teatro de sombras. Uno
de ellos consigue huir y a principio es cegado por la luz y no puede
distinguir las cosas, se queda confundido. Después, cuando su vista
se adapta, empieza a ver el sol (el mundo de las ideas, la
sabiduría), mientras los otros, el resto de la humanidad, continúa
en su ignorancia.
En la actualidad, el mito podría hacer
diálogos con las películas: Matrix, El Show de Truman, El enigma
de Kaspar Hauser y la obra La Caverna de Saramago.
e. Los mitos primarios: y su ordenamiento del
conflicto padre/hijo: Saturno, que devora a sus hijos para mantenerse
en el poder y Layo, que, amenazado en su poder, se apresura a
eliminar a su hijo Edipo.
Temas
Vida Como Sueño
Uno de los principales temas de La Vida es
Sueño está indicado en el título de la obra. La principal
preocupación del protagonista es la cuestión respecto al qué es la
vida. ¿Vivimos lo que soñamos o soñamos lo que queremos vivir?
La visión barroca de la vida la ve como sueño
y tragedia. Pero el tópico de la vida es sueño es antiquísimo y
coincidente en diversas culturas y en diversos textos literaris.: el
problema de apariencia/realidad, como fundamento para indagar el
concepto de vida como sueño (¿lo que vivía el protagonista era
sueño o realidad?)
Este cuestionamiento está de acuerdo a la
filosofía platónica, según la cual el mundo es una ilusión, un
simulacro del verdadero mundo (mundo de las ideas). El mito de la
caverna, con las imágenes antagónicas de las sombras y de la luz,
es por veces aludido en versos como este monólogo de Clarín:
No acabes
de despertar,
Segismundo,
para verte
perder,
trocada la suerte,
siendo tu
gloria fingida,
una sombra
de la vida
y una
llama de la muerte. [2022-2027]
En otras obras de Calderón de la Barca, se
desarrolla el tema del “gran teatro del mundo” (Nogueira, 2013),
término usado por Segismundo en uno de sus monólogos (línea 2073).
En la visión teológica del dramaturgo español, la vida en el mundo
es un teatro de lo cual Dios es el autor y director. Los personajes
están representando papeles atribuidos por él criador y sus
desempeños dependen del libre albedrío. Hacer el Bien es
representar bien su papel.
Esta obra, paradigma del género de comedias
filosóficas, recoge y dramatiza las cuestiones más trascendentales
de su época: el poder de la voluntad frente al destino, el
escepticismo ante las apariencias sensibles, la precariedad de la
existencia, considerada como un simple sueño y, en fin, la
consoladora idea de que, incluso en sueños, se puede todavía hacer
el bien.
En La Vida es Sueño, Basilio
metafóricamente se pone en el papel de Dios al hacer un teatro en
que pone la corte y a su hijo a prueba.
En determinado momento, Segismundo monologa
sobre el carácter ilusorio de la propia vida. Un rey sueña que es
rey, un pobre sueña que es pobre. No hay nada que determine que las
cosas deban ser lo que son (predomina el libre albedrío sobre la
predestinación), pues ellas podrían ser diferentes, y por lo tanto
las certezas son ilusiones.
Ni aun
ahora he despertado;
que según,
Clotaldo, entiendo,
todavía
estoy durmiendo,
y no estoy
muy engañado.
Porque si
ha sido soñado
lo que vi
palpable y cierto,
lo que veo
será incierto;
y no es
mucho que rendido,
pues veo
estando dormido,
que sueñe
estando despierto. [2099-2109]
La propia “realidad” es ilusión...
Y sí
haremos, pues estamos
en mundo
tan singular,
que el
vivir solo es soñar;
y la
experiencia me enseña
que el
hombre que vive sueña
lo que es
hasta despertar.
Sueña el
rey que es rey, y vive
con este
engaño mandando,
disponiendo
y gobernando;
y este
aplauso que recibe
restado,
en el viento escribe,
y en las
cenizas le convierte
la muerte
(¡desdicha fuerte!);
¡que hay
quien intente reinar,
viendo que
ha de despertar
en el
sueño de la muerte!
Sueña el
rico en su riqueza
que más
cuidado le ofrece
sueña el
pobre que padece
su miseria
y su pobreza;
sueña el
que a medrar empieza,
sueña el
que afana y pretende,
sueña el
que agravia y ofende;
y en el
mundo, en conclusión,
todos
sueñan lo que son,
aunque
ninguno lo entiende.
Yo sueño
que estoy aquí
de estas
prisiones cargado,
y soñé
que en otro estado
más
lisonjero me vi.
¿Qué es
la vida? Un frenesí.
¿Qué es
la vida? Una ilusión,
una sombra
una ficción,
y el mayor
bien es pequeño;
que toda
la vida es sueño,
y los
sueños, sueños son. [2152-2187]
Libre albedrío vs. predestinación
Según la doctrina del libre albedrío, el
hombre es libre para decidir su destino, su futuro, y no nace
predestinado. Fue sustentada por la Iglesia Católica
contrarreformista, que postulaba la salvación a través de las
buenas obras que los hombres realicen en su vida. Se opone a las
ideas de los reformistas protestante, cuya doctrina de la
predestinación sostendría la existencia de un designio divino que
condena o salva, mediante la gracia y la Fe, que es un don de Dios,
más allá de la forma en que los hombres actúen.
Es un tema importante en La Vida es Sueño,
pues la profecía que llevó Basilio a encarcelar Segismundo terminó
por no se cumplir de todo, ya que el libre albedrío del príncipe se
sobrepuso al destino vaticinado.
Política y oráculos
La creencia en la predestinación siempre fue
usada como justificativa para la manutención de las relaciones de
poder. Desde la Antigüedad hay historias sobre reyes que consultan
oráculos para tomar decisiones políticas. Es el caso de Creso, a
quien el oráculo de Delfos dice que él destruiría un grande
imperio si enfrentara los persas. La profecía se concretizó, pero
no como él esperaba. Es también el caso de Layo, padre de Edipo,
que mandó matar su hijo porque el oráculo vaticinara una tragedia
(que terminó por se realizar).
Los políticos en la Edad Media se valían de
la Astrología y otras prácticas adivinatorias para tomar
decisiones. Hasta hoy día hay los que lo hacen. Calderón de la
Barca muestra un rey, Basilio, tomando decisiones basadas en un
vaticinio profético, pero en esta historia el destino pudo ser
modificado por las acciones y el albedrío humano.
Autodominio (civilización y barbarie)
La obra trae la tematización del autodominio
como forma de superación y como medio de hacer el bien. Segismundo
es presentado como un hombre-fiera, conyugando características
animales con aspectos humanos.
En principio, él está dominado por sus
instintos, sus deseos y caprichos, la irracionalidad y la barbarie.
Pero su trayectoria se completa con el autodominio, el control de la
fiera por la razón, la victoria de la racionalidad y la
civilización. La tensión entre barbarie y civilización es un tema
típico del Barroco.
Otros temas
Hay otros temas como la ciencia y la razón, la
pérdida y la recuperación del honor, la búsqueda del amor.
La Vida es Sueño: alegoría política y tensión entre apariencia y realidad
Segismundo representa el amalgama de instinto y
razón. Creado por Clotaldo en medio a las montañas, sólo conoce la
política en nivel teórico y no tiene experiencia con otras personas
para comprender como se la usa en las relaciones humanas. Su posible
vocación para la Política no puede ser atestada, ya que Basilio le
prendió en la torre desde su nacimiento.
Y aunque
en desdichas tan graves,
la
política he estudiado,
de los
brutos enseñado,
advertido
de las aves,
y de los
astros süaves
los
círculos he medido [...] [213-218]
Por otro lado, el rey Basilio se muestra un
excelente político en sus discursos, que lo caracterizan como un
tipo ejemplar de dominación carismática, según los términos de
Max Weber (2005).
Esto como
rey os mando,
esto como
padre os pido,
esto como
sabio os ruego,
esto como
anciano os digo;
y si el
Séneca español,
que era
humilde esclavo, dijo,
de su
república un rey,
como
esclavo os lo suplico. [836-843]
Los temas políticos son constantes en la obra.
Las obligaciones jerárquicas en las relaciones entre clases sociales
diversas aluden al concepto del “gran teatro del mundo”. Los
personajes están todo el tiempo en una agonía entre sus deseos
personales y el deber (el papel concedido por la Divinidad). Esto se
percibe en una advertencia de Clotaldo a Rosaura.
Si
moscovita has nacido,
el que es
natural señor
mal
agraviarte ha podido.
Vuélvete
a tu patria, pues,
y deja el
ardiente brío
que te
despeña. [949-954]
Cuando Segismundo descubre lo que hizo Basilio,
su padre, considérase víctima de traición. Aquí aparece el tema
del albedrío como derecho de cada individuo. El rey y Clotaldo lo
negaron a Segismundo, y bajo su punto de vista ellos son tiranos. Por
otro lado, para Basilio no había mejor solución para la libertad de
su pueblo que sacrificar la libertad de un único individuo (su
hijo).
Pues vil,
infame y traidor,
¿qué
tengo más que saber,
después
de saber quien soy,
para
mostrar desde hoy
mi
soberbia y mi poder?
¿Cómo a
tu patria le has hecho
la
traición, que me ocultaste
a mi, pues
que me negaste,
contra
razón y derecho,
este
estado?
[...]
Traidor
fuiste con la ley,
lisonjero
con el rey,
y cruel
conmigo fuiste;
y así el
rey, la ley y yo,
entre
desdichas tan fieras,
te
condenan a que mueras
a mis
manos. [1295-1311]
Sin embargo, el mismo error es cometido por
Segismundo, tomado por la parte fiera de su personalidad, cuando se
enfurece con un criado y lo mata, tirándolo por una ventana. Delante
de esta acción, Basilio lo reprende: “¿Tan presto una vida cuesta
/ tu venida el primer día?” (1444 -1445).
El príncipe exige su derecho natural al trono
como cumplimiento correcto del destino. Segismundo actúa con
sentimiento de venganza y no tiene autodominio. Este es una
característica idealizada de los reyes estoicos que se sobreponen a
los caprichos de la fortuna. El rey Basilio puede ser visto como un
ejemplo de estoicismo, al trocar la libertad de su hijo por la de su
pueblo (el buen tino del monarca garantiza el orden), pero el
príncipe aún necesita aprender a subyugar el instinto de la fiera a
través de la virtud del hombre.
Tirano de
mi albedrío,
si viejo y
caduco estás,
muriéndote,
¿qué me das?
¿Dasme
más de que lo es mío?
Mi padre
eres y mi rey;
luego toda
esta grandeza
me da la
naturaleza
por
derechos de su ley.
Luego, así
que esté en este estado,
obligado
no me quedo,
y pedirte
cuentas puedo
del tiempo
que me has quitado
libertad,
vida y honor;
y así,
agradéceme a mí
que yo no
cobre de tí
pues eres
tú mi deudor. [1504-1519]
Estos versos revelan también la analogía
entre relación de dominación y relación de poder entre padre e
hijo. El mito de Édipo es una probable influencia de Calderón de la
Barca. Layo, rey de Tebas, había sido advertido por un oráculo de
que su hijo Edipo lo mataría y se casaría con la reina. El infante
es enviado para lejos, pero su destino acaba por cumplirse en una
situación inusitada. Así como Layo, las acciones del rey Basilio,
que tenían en objetivo de evitar el destino, son responsables por su
cumplimiento. A pesar de que él afirma que “cumplió su palabra el
cielo” (1521), Segismundo no se rebelaría contra su padre si no
hubiera sido privado de su libertad.
La ambivalencia en la relación padre-hijo, en
que el hijo admira y ama, al mismo tiempo que teme y odia el padre,
se ve en Segismundo tanto en relación con Basilio como con Clotaldo,
que en determinado momento es referido por el príncipe como “padre”
(2393). De hecho, el ayo es más próximo a Segismundo que el rey. El
perdón que el príncipe concede a la figura paterna se remite a los
dos.
El papel de Rosaura es crucial para que
Segismundo perciba, posteriormente, sus errores. Ella lo advierte que
su comportamiento no le da el derecho de cumplir el papel de
príncipe, pues este tiene obligaciones morales y deberes que no
están de acuerdo con el comportamiento inhumano de Segismundo:
No en vano
prevenía
a este
reino infeliz tu tiranía
escándalos
tan fuertes
de
delitos, traiciones, iras, muertes.
Mas ¿qué
ha de hacer un hombre
que de
humano no tiene más que el nombre?
Atrevido,
inhumano,
cruel,
soberbio, bárbaro y tirano,
nacido
entre las fieras? [1650-1659]
Después que vuelve a la torre, Segismundo
empieza un cambio interior, basándose en su experiencia traumática
en el palacio. El príncipe piensa que lo que vivió en el palacio
fue un sueño, y Clotaldo lo reafirma:
Como
habíamos hablado
de aquella
águila, dormido,
tu sueño
imperios han sido;
mas en
sueños fuera bien
entonces
honrar a quien
te crió
en tantos empeños,
Segismundo,
que aun en sueños
no se
pierde en hacer bien. [2140-2147]
Con esta lección, Segismundo comprende que en
cualquier situación, sea en sueño o realidad, se debe hacer el
Bien, pues nunca se puede estar cierto si estamos viviendo una
ilusión o no. Para Platón, sólo se puede salir de la caverna de
sombras si se practica el Bien, y la nueva postura moral del príncipe
lo lleva a la realidad. Sólo así él puede cumplir su papel
político y se tornar un gobernante justo. El que se deja llevar por
la fiera que tiene en sí se torna un tirano, y para realizar su
verdadero destino Segismundo decide reprimir sus deseos.
Es verdad;
pues reprimamos
esta fiera
condición,
esta
furia, esta ambición
por si
alguna vez soñamos. [2148-2151]
Algunos soldados se rebelan contra el rey al
saber que el trono de Polonia tiene un heredero legítimo y no
aceptan que un noble extranjero, Astolfo, asuma el poder. Uno de los
rebeldes se ruega:
Y así,
haciendo
noble desprecio
de la
inclemencia del hado,
te ha
buscado donde preso
vives,
para que, valido
de sus
armas y saliendo
de esta
torre a restaurar
tu
imperial corona y cetro
se la
quites a un tirano.
Sal, pues:
que en ese desierto
ejército
numeroso
de
bandidos y plebeyos
te aclama.
La libertad
te espera;
oye sus acentos. [2292-2305]
Para los rebeldes, el rey Basilio es el
verdadero tirano. La tiranía que Basilio temía de Segismundo es la
tiranía que aquél ejerce sobre este. Para el rey, hay una cuestión
moral en juego, que es el Bien de los súbditos frente al bien de una
sola persona (el príncipe). Pero para su hijo el acto de
encarcelarlo fue una injusticia.
Segismundo consiente en liderar los soldados
contra su padre, el rey Basilio y Astolfo. Sus motivaciones no son
muy claras a principio, pues el sentimiento de venganza aún está
presente.
Contra mi
padre pretendo
tomar
armas, y sacar
verdaderos
a los cielos;
presto he
de verle a mis plantas.
(Aparte)
Mas si antes de esto despierto,
¿no será
bien no decirlo,
supuesto
que no he de hacerlo?. (2379-2385)
Él consigue comprender que este plan de acción
puede ser motivado por una postura moral. Segismundo acepta luchar
contra el rey porque el pueblo necesita su ayuda. Él entiende que no
importa más cumplir la profecía, sino hacer el Bien de cualquier
manera: “Que estoy soñando, y que quiero/obrar bien, pues no se
pierde/obrar bien, aun entre sueños” (2398-2400).
Clotaldo se recusa a ayudar a Segismundo, pues su
lealtad es al rey. Delante de eso, el príncipe casi vuelve a ser
fiera, pero el viejo le sirve de ejemplo y él contiene su furia.
CLOTALDO -
Pues, señor, si el obrar bien
es ya tu
blasón, es cierto
que no te
ofenda el que yo
hoy
solicite lo mesmo.
¿A tu
padre has de hacer guerra?
Yo
aconsejarte no puedo
contra mi
rey, ni valerte.
A tus
plantas estoy puesto;
dame la
muerte.
SEGISMUNDO
- ¡Villano,
traidor,
ingrato! (Aparte)
Mas, ¡cielos!,
reportarme
me conviene,
que aun no
sé si estoy despierto.
Clotaldo,
vuestro valor
os envidio
y agradezco.
Idos a
servir al rey,
que en el
campo nos veremos.
Vosotros,
tocad el arma. [2401-2418]
En este momento de la historia, Basilio ya
reconoce que sus acciones no pudieron evitar el destino profetizado.
Él asume la responsabilidad por la destrucción de su pueblo,
todavía manteniendo la postura moral que lo caracteriza como un
rey-filósofo.
¡Dura
ley! ¡Fuerte caso! ¡Horror terrible!
Quien
piensa que huye el riesgo, al riesgo viene,
con lo que
yo guardaba me he perdido
yo mismo,
yo, mi patria he destruido. [2456-2459]
En una de las escenas finales, reafirma:
Pues yo,
por librar de muertes
y
sediciones mi patria,
vine a
entregarla a los mismos
de quien
pretendí librarla. [3108-3111]
Siendo un modelo ideal de gobernante
intelectual, que se utiliza de sus conocimientos y ciencias para
emprender su oficio, el rey Basilio no está preparado para enfrentar
una guerra, pero cambia su postura: “y en la defensa ya de mi
corona, / lo que la ciencia erró, venza el acero” (2486-2487).
Al decidir cambiar la ciencia por la espada,
considerando que aquella erró y sólo le resta defenderse con armas
contra Segismundo, es ahí que el rey Basilio comete su error, pues
decide guerrear en defensa de su corona y no con vistas al Bien
común. El discurso de Segismundo revela que la gloria puede ser una
ilusión y es difícil diferenciar la verdadera de la mentirosa, y su
padre incurre en el error.
Pues ¿tan
parecidas
a los
sueños son las glorias
que las
verdaderas son
tenidas
por mentirosas,
y las
fingidas por ciertas? [2939-2942]
Por su parte, Segismundo invierte la ecuación.
Si en el inicio era movido por la fiera dentro de sí, ahora portase
a través de la razón y la moral, con vistas al Bien mayor. Él pasa
a asumir las obligaciones de su posición noble. Al prometer a
Rosaura que va a rescatar su honor, consigue finalmente probar su
virtud en cuanto príncipe.
Rosaura
está sin honor;
más a un
príncipe le toca
el dar
honor que quitarle.
¡Vive
Dios! que de su honra
he de ser
conquistador
antes que
de mi corona. [2986-2991]
Sólo un príncipe o rey puede conceder el
honor a un súbdito, y Segismundo prefiere conquistar la honra de
Rosaura a defender su corona, actuando moralmente antes de poder
asumir de hecho el trono. De esta forma, siendo noble, él garantiza
su victoria sobre el rey. Éste intenta justificar sus acciones a
través de un antiguo adagio de guerra: “En batallas tales / los
que vencen son leales, / los vencidos son traidores” (3065-3067).
Pero la sabiduría de Basilio revela justamente la verdad sobre él y
Segismundo. Éste está siendo leal a sus deberes morales y a su
destino, mientras aquél es un traidor de su propia índole.
La obra de Calderón de la Barca termina de
forma circular, que se puede percibir en el
diálogo entre Segismundo
y el soldado rebelde: el nuevo rey lo encarcela en la misma torre en
que había vivido, como si fuera la repetición del oráculo.
SOLDADO 1
- Si así, a quien no te ha servido
honras, ¿a
mí, que fue causa
del
alvoroto del reino,
y de la
torre en que estabas
te saqué,
que me darás?
SEGISMUNDO
- La torre; y por que no salga
de ella
nunca hasta morir,
has de
estar allí con guardas,
que el
traidor no es menester
siendo la
traición pasada.
BASILIO -
Tu ingenio a todos admira.
ASTOLFO -
¡Qué condición tan mudada!
ROSAURA -
¡Qué discreto y qué prudente!
SEGISMUNDO
- ¿Qué os admira? ¿Qué os espanta
Si fue mi
maestro un sueño,
y estoy
temiendo en mis ansias
que he de
despertar y allá
otra vez
en mi cerrada
prisión?
Y cuando no sea,
el soñarlo
solo basta;
pues así
llegué a saber
que toda
la dicha humana
enfín,
pasa como sueño.
Y quiero
hoy aprovecharla
el tiempo
que me durare,
pidiendo
de nuestras faltas
perdón,
pues de pechos nobles
es tan
propio el perdonarlas. [3292-3319]
Al final, el orden es establecida. Segismundo
asume su lugar en el trono, cumpliendo su derecho natural y por lo
tanto trayendo la paz y la armonía a todos. El antiguo hombre-fiera
encarcelado en la torre, convertido en un razonado rey, vuelve a su
nuevo “cárcel”, la corte donde va a convivir con toda suerte de
cinismo y corrupción cortesana. Por otra parte, será prisionero de
las obligaciones de su posición, siendo el garante del orden de su
reino y de sus súbditos.
Referencias
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NOGUEIRA, Sônia Regina. Os signos da
representação teatral: Calderón de La Barca.. In: CONGRESSO
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Acess on: 01 Dec. 2013.
WEBER,
Max. A política como vocação. In: Ciência e política: duas
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